El dolor de espalda y el suelo pélvico están relacionados
El suelo pélvico se asocia muy a menudo a los problemas de incontinencia urinaria e incluso a dolores durante las relaciones sexuales.
Sin embargo, este grupo muscular, que se extiende desde el pubis hasta el coxis, es más importante de lo que pensamos. Ya que puede ser la causa de diversos problemas de salud como el prolapso o el lumbago.
Antes de que sigas leyendo, quiero llamar tu atención sobre el hecho de que en la mayoría de los casos, es el dolor de espalda el que afecta al suelo pélvico, y no al revés.
Efectivamente, nuestra espalda está sometida a un estrés continuo. Tanto durante el día, por las actividades cotidianas. Como por la noche debido a la posición horizontal que adoptamos al dormir.
El lumbago puede estar provocado por diferentes factores, entre ellos suelo pélvico.
Si sientes alguna molestia deberías consultar a tu médico.
Postura, dolor de espalda y suelo pélvico
El dolor de espalda puede cambiar la postura., y una mala postura puede causar lumbago. Así entramos en un circulo vicioso. Pero poco importa el origen, una mala higiene postural afecta a la salud del suelo pélvico.
Cuando el arco lumbar es normal, los músculos del suelo pélvico protegen los órganos del bajo vientre.
De hecho, dichos órganos se apoyan los unos sobre los otros, pero principalmente sobre el suelo pélvico.
Si mantenemos una mala postura, las fuerzas que se aplicadas sobre estos órganos se alteran. Provocando complicaciones a largo plazo. Como son los cistoceles, rectóceles y otros prolapsos.
Cuando la curva lumbar es demasiado pronunciada, el eje de la vagina puede vascular a una posición vertical.
En este caso, el cuello del útero se colocará encima de la vagina. Y puede provocar a un descenso de órganos, también conocido como prolapso.
Por supuesto, la curva lumbar no es la única responsable. Si a esto le sumamos otros factores de riesgo como los fuertes sofocos, la tos crónica y la falta de tonicidad del suelo pélvico. Tenemos la conbinación ganadora, y le descenso de órganos está asegurado.
Por otro lado, si tu columna vertebral está desviada hacia delante, nos encontramos ante una cifosis.
Un problema diferente, que también afectará a la salud de tu suelo pélvico.
En ese caso, el diafragma presiona los órganos abdominales, y estos a su vez presionan el suelo pélvico.
Creando una sensación de pesadez en la parte baja del abdomen.
Comprende las cadenas musculares
Los músculos del suelo pélvico, como los demás músculos, no funcionan de forma aislada. Sino que están conectados a otros músculos formando «cadenas musculares».
Los músculos perineales trabajan simultáneamente con los músculos de la espalda y los abdominales. Por su posición el suelo pélvico juega un papel crucial, ya que se encuentra en la intersección de las 2 cadenas musculares más grandes: la cadena posterior y la anterior.
Françoise Mézières, fisioterapeuta francesa, constató que los músculos se comportan como eslabones de una misma cadena. Y desarrolló un método de cuidado del aparato locomotor basado en el estiramiento.
Según Mézières, las retracciones musculares pueden causar una serie de compensaciones a lo largo de la cadena muscular implicada.
De esta manera, la falta de flexibilidad o de tonicidad muscular pueden afectar al suelo pélvico y viceversa.
Existen numerosos vínculos entre el suelo pélvico y el dolor lumbar.
No obstante, lo esencial es entender que el cuerpo es mucho más que una serie de órganos aislados. Cada órgano influye sobre los otros, por lo que el cuerpo debe considerarse como un todo.
¿Cómo evitar el dolor de espalda?
El dolor de espalda puede producirse por la repetición de movimientos bruscos, por la mala higiene postural, a causa de esfuerzos excesivos, etc.
Si sufres dolor de espalda, es importante que dediques unos minutos a analizar este dolor:
- ¿El dolor es más pronunciado por la mañana o por la noche? ¿se intensifica después de una jornada de trabajo?
- ¿Lo provoca un movimiento en particular o alguna postura concreta?
- ¿Se alivia con un masaje? ¿Con calor? ¿Con estiramientos?
Estas observaciones te ayudarán a identificar la causa del dolor y a saber cómo tratarlo. Si tienes la más mínima duda o en caso de que el dolor persista, deberías consultar a un profesional de la salud. El cuál podrá evaluar tu dolor lumbar y proponerte un tratamiento adecuado.
Sobre todo, no olvides que la espalda necesita movimiento. Evita acciones dolorosas, pero lo peor que puedes hacer es inmovilizar la zona afectada.
A fin de cuentas, la palabra «fisioterapia» viene del griego y significa «curar a través del movimiento».
En caso de padecer dolores de espalda, se recomienda practicar ejercicios suaves como caminar, nadar, hacer gimnasia de bajo impacto o patinar.
También puedes optar por practicar yoga o pilates, que son actividades que pueden aliviar el dolor de espalda y fortalecer el suelo pélvico a la vez.
¡Más vale prevenir que curar!
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